Thursday, October 4, 2007

2º VIAJE: REGRESO A CASA

DOMINGO 18 de Marzo

Éste, mi último día en Japón, empezó muy temprano para terminar de hacer la maleta, apretujándola todo lo que pude, hice el checkout y salí directo al metro después de pillarme algo para desayunar en el combini de tantos días...

Mi intención era volver
al aeropuerto de Osaka Kansai en bus para variar un poco (bueno, realmente es que no me acordaba por donde había llegado el primer día en tren y estaba hecho un lío así que decidí volver en otro medio de transporte ^^;). Al ser domingo, pensé que el metro, tan temprano iría vacío. Craso error, iba casi tan petado como un día laborable y yo ahí, con la maleta, la mochila, la bolsa de la cámara, el desayuno...

Por suerte, solo dura unos 15 mins. en llegar a Umeda. Allí al salir, me dirigí al Hotel New Hankyu, enfrente del Yodobashi Umeda, ya que allí se encuentra la parada del autobús limousine que va al aeropuerto. Allí mismo hay una máquina expendedora de billetes. Me pillé uno, creo que por unos 1000Y, no me acuerdo y
a... Como había calculado el tiempo, no tuve que esperar demasiado para que llegara el bus. Allí te meten la maleta y te dan un papelito como cuando facturas en el aeropuerto. Subí y me limité a disfrutar de mis últimas vistas de Umeda, de Osaka, de Kansai, de Japón...

El giro que hace la autopista para entrar en el puente que lleva al aeropuerto es increíble, es un cruce de autopistas elevadas bestial.

En el aeropuerto, como siempre, algo de confusión, con tanta gente y tantos mostradores y uno que piensa que va confiado y luego, con los nervios, no sabe donde tiene que ir y tal... Por fín, cuando uno ya sabe donde está su mostrador, es simplemente esperar a que lo abran para proceder con los trámites clásicos de facturar equipaje, elegir asiento para cada vuelo, luego pasar la aduana y la inmigración, con esa gente tan seria. Después, uno va orgulloso porque ya he visitado los dos aeropuertos principales de Japón en un año tanto para entrar como para salir, jejeje. Cuando por fín llega uno a la sala de espera, ya es cuando se da cuenta uno que aquello es el fin del viaje aunque, como se suele decir, no es un adiós, sino un hasta luego.

El vuelo de regreso fue placentero porque, aunque en principio y como casi siempre, me tocó en una fila mala, pude cambiarme a un asiento de esos de la salida de emergencia, donde pude estirar las piernas y mientras, decidí entretenerme con tres pelis y picando siempre que podía. Al igual que en la ida, en Paris, me tocó correr de lo lindo y aún así tuve que suplicar a una mujer que había en la fila de control de equipaje de mano que me dejara pasar porque iba a perder un vuelo...

Conseguí que me dejara pasar y pude llegar a puntito para irse el avión, buffff...

Una cosa
aprendí de este viaje: Nunca más paso por CdG y si vuelvo, será con más tiempo de escala. El aeropuerto de CdG es un caos de grande y con mala organización. Luego, el vuelo a Barna con su respectiva escala fue de lo más tranquilo y ya con ganas de llegar a casa, agotado... El vuelo a Palma... ni me acuerdo, solo recuerdo apoyarme en el brazo y quedarme frito. Me desperté cuando llegamos. Luego, mi hermano me recogió (por fortuna, este año ya sabía donde tenía que recoger la maleta, lo malo es que al ser el único, mi maleta fue la última en salir). Con esto y llegando a una casa algo cambiada (ya que aprovechando mi ausencia, mandamos pintar toda la casa de nuevo que ya le hacía falta), tardé un rato aun en vaciar el equipaje pero en cuanto lo hice, a la cama soñando con el viaje que había vivido.

Había vuelto a Japón un año después del primer viaje y me lo había pasado mucho mejor.

Ahora, a preparar el siguiente en cuanto pueda ;-).


Saludos.

P.D.: Lo siento pero ya no tengo más fotos...

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