Saturday, September 22, 2007

2º VIAJE: Día 18 HANATOURO EN KYOTO

JUEVES 15 de Marzo

Este día, así como los siguientes que quedaban del viaje, fueron muuuyyy tranquilos. Me levanté sin mucha prisa y como había reservado el viernes y el sábado para hacer las compras, me fui sin rumbo a dar un voltio por la ciudad. Regresé a Umeda, al Yodobashi Camera, porque es una gozada pasear entre tanta tecnología increíble...

Ese día tenía pensado ir a Kyoto porque gracias a la recomendación de mi buen amigo y compañero bloggero Jon de Thisisapen iba a ver una especie de Matsuri o como se le llame al Hanatouro (hay dos al año, en marzo y en diciembre, y en cada ocasión, se ilumina una parte distinta de Kyoto, en Marzo es Higashiyama y en Diciembre es Arashiyama, en los enlaces podéis ver las fechas y fotos), que consiste entre otras cosas, a iluminar las calles de la zona Este de Kyoto, desde el Heian Shrine hasta el Kiyomizudera, con lamparitas de velas. Así que como hasta que no anocheciera, no se vería nada, decidí hacer tiempo en Osaka paseando por última vez. Entre otras cosas, descubrí un edificio digamos 'extraño' y que aún sigo sin entender bien. Resulta que es como un edificio moderno pero con tejado estilo templo. Luego, por dentro, es muy parecido a la iglesia católica que encontré cerca del Castillo de Osaka (es decir, estilo iglesia EEUU), había filas de asientos como de cine, con el asiento plegable y enfrente de todo, una especie de altar pero donde debería estar Jesus y la Virgen, había una especie de buda.

Yo me senté porque parecía que iba a empezar alguna ceremonia. Solo habíamos 10 personas contándome, el resto toda japonesa y anciana. De repente, salieron unos 'monjes' que descubrieron más el altar, abriendo unos biombos que lo cerraban parcialmente. En esto que llegan más monjes y uno que parecía el principal se pone delante del altar (el resto, a los lados mirando al altar). Otro monje se fue a un rincón de la iglesia y salió al exterior donde se encontraba una campana eno
rme y ya me temí que iba a pasar. De repente, un conciertazo de campana empezó a sonar y a retumbar en mis oídos. ¡¡ Dios !!, estuvo dándole con ganas durante 5 minutos como mínimo. Ya me dolían los oídos de la vibración.

Cuando, por fín, paró, empezó la ceremonia. El monje principal empezó a hacer unos cánticos hacia el altar que eran respondidos por los otros monjes y así estuvieron, cambiando de tono y ritmo y descansando unos segu
ndos en los que incluso pasearon frente al altar dándole las gracias, casi una hora. Como no tenía nada mejor que hacer, me quedé y grabé toda la ceremonia pero si no, me hubiera ido enseguida. Si una misa católica es algo tedia, en ésta casi me quedo dormido... Con todo esto, lo que quería decir, es que me resultó extraño ver una ceremonia budista o sintoísta en un escenario más digno de una misa católica. No lo llegué a entender...


(pone 2008 porque ya anuncian el del año que viene pero es siempre lo mismo y ya no encontré el de este año)

Bueno, cuando salí, ya casi era hora de irme ya a Kyoto, así que me dirigi a la misma estación que fui para coger el tren a Demachiyanagi y luego ir al Monte Hiei pero esta vez me bajé en la más cercana al Heian Shrine. Como era prontito y sabía que aquello iba a ocuparme casi toda la noche, me pillé algo en un combini que encima tenía una terracita con mesas y sillas para comer y cené un obento para llenar el estómago. Después, me dirigí a la altura del Torii gigante muy conocido por los viajeros a Japón ya que desde allí, en dirección Sur, se hacía el Hanatouro. Entre otras cosas, el hanatouro destaca porque el camino por las calles que van desde el Heian Shrine hasta Kiyomizudera están iluminados con dos filas de lamparitas a ambos lados. Por el camino, se pueden encontrar los templos de la zona, totalmente iluminados, con posibilidad de verlos de noche, incluyendo sus jardines, incluso volví a ver el árbol siniestro del parque. También por la zona, se distribuyen variados ikebanas, muy bonitos y bien realizados supongo ya que no domino ese tema aparte de unas linternas muy chulas (sobre todo, unas que ponen en un montón de cañas de bambú en una especie de riachuelo que lo ilumina que es una pasada).


(mapa de la zona por donde transcurre el Hanatouro de marzo)

En la zona del Ryozen Kannon, había varias casetas de comida y también se podían ver a unas mujeres enseñando la ceremonia del té. Cuando llegué, había un par de gaijins probando de hacer lo mismo que hacía la señora. Justo enfrente había unos bancos para verlo sentado. Allí me senté con la suerte de encontrarme a mi lado a una obasan (una abuelita, creo que se escribiría así, sino que me corrijan, gomen...) muy simpática y que hablaba en engrish bastante claro. Tenía unos cuantos recortes de fotos de revistas y eso, que me fue explicando que era cada cosa. Al final, me los acabó regalando y yo se lo agradecí aunque la verdad es que en España, la hubiera tomado por 'rara' ¬¬; ...

También había por la zona un escenario donde se hacían actuaciones musicales tradicionales... Incluso habia como un profesor que iba con una ristra de niños tocando unos instrumentos y cantando que hacían la ruta del hanatouro entera. Siguiendo la ruta, llegué al final, el Kiyomizudera. Allí, ya que estaba, entré por segunda vez en un año, más que nada porque tenía un compromiso por arreglar. Resulta que la primera vez, fui muy avaricioso y en los 3 chorros de agua sagrada, bebí de los tres y luego pasó lo que pasó con lo del coche (son solo supersticiones, claro). Así que esta vez, solo bebí de uno, no se de cual ni que es lo que podría hacerme pero bueno...

Después del paseo por aquí, decidí volver ya al hostal de Osaka, que se hacía tarde y aún me quedaba una hora de camino en tren más el metro. Enfilé en línea recta desde el Kiyomizu hacia el Oeste de Kyoto ya que sabía que tarde o temprano llegaría al río y como el tren circulaba en paralelo, llegaría fácil a la estación. Así fue. Recuerdo que cuando compré el billete y faltaba un par de minutos para llegar, me dieron unas ganas de mingitar tremendas, como para no aguantar una hora. Tuve que echar corriendo, subir las escaleras, llegar al wc y volver pitando para no perder el tren. Uff, menudo sofoco pero también, qué alivio, jejeje...


De regreso al hostal, me pillé un obento y 2 platanos y a descansar un poco. Sólo me quedaban 2 días y poco para estar en Japón, que pena...

Aquí están las fotos del día:

FOTOS 18 día


Saludos.

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